jueves, 12 de noviembre de 2020

Parashá Jayei Sara (La Vida de Sara)

Aunque esta Parashá se titula: La Vida de Sara, se narra su muerte y entierro. 

Como vivimos en un mundo de dualidad, vemos los contrastes, la luz nos muestra la oscuridad, la muerte nos muestra el valor de la vida.


Sara vivió 100 años, 20 años, 7 años, los 127 años están divididos, significa que todos sus años los vivió con la misma integridad y todos igualmente buenos.

Sabemos por el Midrash, que Sara tuvo muchos sobresaltos y sinsabores en su vida: 

Fue huérfana porque su padre saltó al horno luego que saliera Abraham y falleció.

Tuvo que emigrar con su familia a la muerte de su padre

Cuando se casa con Abraham debe enfrentar su esterilidad y la de Abraham.

Emigró a Harán junto a Abraham dejando a su familia materna. 

Luego tuvieron que emigrar a Canaán, donde enfrentaron una sequía,

Bajaron a Egipto, donde debido a su belleza, corrió peligro ante el faraón,

Bajaron a Gerar ante el rey Abimelec donde también estuvo en peligro debido a su belleza.

Habló a Abraham para que tuviera un hijo con su esclava Agar, donde su esclava la ofendió luego de convertirse en madre, Sara también cuidó a ese niño como hijo.

Tuvo que enfrentar las tribulaciones, en la convivencia de Agar y su hijo donde posteriormente les expulsan.


Se dice que los años de Sara fueron buenos y los de Abraham también pues aparte de las dificultades que enfrentó junto a Sara, él enfrentó el dolor de expulsar a su hijo Ismael, recibió de Dios la orden de sacrificar a Isaac, tuvo 10 pruebas, dejó a la gente que había convertido al monoteísmo, tuvo que meterse en la guerra de los cinco reyes, tuvo problemas con Lot… y pese a eso Dios le bendijo con todo.

Abraham buscó un lugar para sepultar a Sara, pagó por el terreno aunque la promesa del Eterno era que toda la tierra sería suya.


Friedrich Nietzsche dijo: “lo que no me mata, me hace más fuerte” y eso lo podemos aplicar a la vida; el que tiene una meta en la vida, puedo soportar cualquier problema que se le presente. 


La Torá nos habla de cosas precisas y casi nunca nos cuenta qué sentían los personajes, estos espacios que deja la Torá, están en el Midrash, ahí podemos ver a los personajes como modelos con quienes nos podemos identificar.


Nosotros como seres humanos podemos experimentar diferentes emociones variadas, y la Torá no quiere influir en nuestras emociones, sino que nos deja espacio para expresar libremente lo que sentimos.


La escritora Edith Eger autora del libro The Choice, fue una superviviente del holocausto en Auschwitz, vivió en un campo de refugiados, emigró y en su nueva vida se casó y se convirtió en terapeuta y menciona que ella fue deportada en 1944 junto a su familia en Hungría. La madre le dijo en el tren en el que iban: “no sé qué nos espera, pero nadie puede quitarte aquello que tu pongas en tu mente”,

Con esto nos quiere decir que nosotros somos dueños de lo que ponemos en nuestra mente, pase lo que pase en nuestro entorno.

Ella hizo un estudio y establece la diferencia entre victimización y victimismo.

Victimización: Es una persona que ha sido víctima de alguien o de la sociedad, rodeada de factores abusivos para la persona donde siempre los factores abusivos vienen del exterior, no se puede cambiar, eso es victimización.

Victimismo: Es cuando la persona se aferra al problema y lo utiliza como justificante: “yo soy víctima”, lo internaliza, elige ser una víctima.


La fe nos permite encontrar el porqué, la finalidad es la que tú propongas, tú propones quién eres, las circunstancias pueden ser soportables gracias a eso que determine porqué vivir.

La muerte de Sara en una amplitud de un ser realizado, todos los años de Sara fueron buenos, 

En el Pirque Abbot dice que es más grande el día de la muerte que el nacimiento, porque uno nace con un potencial puro, pero no sabemos cómo usaremos ese potencial, al morir se ve cómo desarrollamos ese potencial.

Los sabios dice que los tzadik, cuando están muertos son llamados vivos y los malos son llamado muertos.


La Torá es el Libro de la Vida, nos enseña cómo vivir mejor, como sobrepasar situaciones malas y cómo sacar aprendizaje de todas las experiencias.

Para que el bien se convierta en muy bien, en Tikún, tiene que pasar por el mal, por lo tanto el mal puede afectar a la persona de 2 maneras, o se hunde y fracasa o quienes el trago amargo les fortalece y eleva.


Ahora examinaremos qué significan los 127 años que vivió Sara

100 shana (años) = Kéter: Si son 10 x 10 sus años, fueron coronados por Kéter, puso su voluntad a la Voluntad Divina


20 shana: 10 de Jojmá y 10 de Bina, su voluntad estaba alineada y la sabiduría 


7 shana: Son las siguientes sefirot, en el caso de Sara, todas equilibradas. 

Sara cumplió su Tikún completamente, alineó su Árbol de la Vida. 


Cuando muere Sara, el Zóhar nos cuenta que Abraham dedujo el lugar donde debía sepultarla, en Hebrón. localidad de Israel, ahí hay un campo donde hay una cueva... Majpelá que significa parejas, en dicho lugar se encuentran sepultadas cuatro parejas: 

Adam y Havá

Abraham y Sara

Isaac y Rebeca

Jacob y Lea 


En la kabalá Hebrón significa unir, hibur los seres humanos estamos hechos de cuatro elementos: fuego, agua, aire, tierra, la integración de estos elementos hace posible que la persona esté viva, la vida es la vinculación que hay entre el cuerpo y alma, la muerte es la desvinculación. Estos elementos vuelven a su origen, el cuerpo vuelve al polvo.

Hebrón es un lugar donde se vuelve a integrar la vinculación después de la desvinculación que es la muerte, cada parte se desvincula y regresa a lo original, en Hebrón se podrá vincular todo eso.

Abraham pasó por ahí y algo le llamó la atención, entró en la cueva y encontró la tumba de Adam y Havá y Adam le pidió que pidiera perdón por él, que hiciera Tikún por él, entonces Abraham eligió ese lugar como portal que conecta el mundo que vivimos a la realidad del Gan Edén.

(Resumen de las palabras de Anette Pier)

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